y a veces sí, en esos lugares
(literalmente, lugares) comunes
como los bares de copas,
la gente no es tan corriente,
aunque nadie tenga nada especial.
a veces confluyen, como enseres
que estuvieran ahí por el simple
hecho de que ya lo estaban antes,
justo ahí, perteneciendo al lugar,
en vez de como simples personas
que vienen o se van, que estuvieron
para sólo desaparecer, que sirvieron
una vez, o quizás dos, el tiempo
exacto para convertirse en mitológicas,
y es entonces cuando llegas.
encuentras estos lugares totalmente
amueblados, llenos de personas que
viste antes muchas veces, metidas
en conversaciones que ya mantuviste
alguna vez, miradas que cruzaste,
saludos de episodios anteriores.
y en cambio no soportas el resumen.
noches que no llevan a ningún lugar.
ellas no son, no van a serlo hoy,
ya te conocen, por las demás,
y las demás lo fueron. también
te conocen. y demasiado. y bien.