Datos personales

31/1/11

la verdadera historia de tu suéter de cuello vuelto





Sólo salgo para renovar
la necesidad de estar solo.
Algo que dijo Lord Byron

Y si vas a tocarme piénsalo
Que si me tocas no habrá vuelta atrás
Ya no valdría arrepentirse

Y si vas a jugar a no escuchar
Por qué no dejas de mirarme así
Y finges que ahora ya es muy tarde

Antes que dejes de beber
Antes que dejes de bailar
Antes que no haya nada más

Y si has venido sólo para hablar
Por qué sonríes cuando callo así
A mí me sobran las palabras

Y si este no es el modo de empezar
Dime por qué no ha terminado aún
Dime que no vas a probarlo

Antes que dejes de beber
Antes que dejes de bailar
Antes que ya no quede  más
Que dar el paso que aún no has dado

Y si vas a tocarme piénsalo
Que si me tocas ya no hay  vuelta atrás
Yo no sé qué es arrepentirse

Y si vas a jugar a no escuchar
Por qué no dejas de mirarme así
Podrías decirme que es muy tarde

Pero  has dejado de beber
Pero  has dejado de bailar
Y entre tú y yo no hay nada más
Que el doble punto de tu suéter

Ya te imaginas dónde va a acabar
El cuello cisne de tu suéter

j.a.g.c.
SuperSuecas

27/1/11

Marcelo o las confesiones de amor de un ignorante erudito



     Pero Marcelo no es como yo, que ni siquiera cuando no busco algo más prefiero dar un poco de cariño antes de alcanzar el sueño de las bestias saciadas. Él es de esos que suele poner una barrera llamada culo entre el después del coito y el antes de dormir. Y Marcelo ha yacido con pequeños bomboncitos y enormes buques cargados de deseo, con el gran amor que nunca llegó a sentir (pero yo) y la absurda desesperación de creer que estaba haciendo un favor mientras agradecía a su suerte (claro, yo) haber acabado allí…, en fin, Marcelo, tú que has mojado tus barbas en océanos de cualquier esquina de los mapas que conocemos deberías saber algo más que yo, o no, quién puede medir el conocimiento, la cosa es que estoy seguro de que lo has sentido, sé que no vas a poder negarlo porque no eres nadie sin mí, no sabes decir nada sin que yo antes te lo diga.
     ¿Te paraste a pensar alguna vez en los silencios? Claro, tú que no vuelves a llamar es imposible que recuerdes una conversación que jamás has llegado a tener. Tú que te encargas de lo que pasa de noche nunca recuerdas lo que has soñado por las mañanas… Yo suelo escribir las crónicas, compañero. A mí no puedes más que vejarme y tratarme tal como haces, pero nunca engañarme, ¿sabes? Yo tengo todos esos números, maldita sea. Y algunos incluso los he tenido que usar, eso sí, más de uno y dos con mucho gusto… aunque sólo me sirviera para hablar, ya sabes, un cafelito en día de lluvia y cosas parecidas… porque yo hago esas cenas de las que te llevas el postre que rebañas hasta no dejar ni gota, ni palabra, ni mirada, y como casi siempre nada de hambre. En sólo las excepciones es cuando me llevo un par de días de regalo… supongo que serán las veces que menos borracho te vas a la cama y no llegas a desatar completamente al golfo que llevas dentro. Aun así, en esos días de regalo me toca a mí desenvolverme, y quién coño, Marcelo, quién quiere a un hombre bueno… en fin, no pienso alargar esta letanía de sinceridad espontánea. Yo quería hablar de los silencios, esa cosa que suele hacer que mis días benevolentes se vuelvan a poner grises y me hagan tirar la toalla. Mi historia está sobrecargada de la siguiente coletilla: una vez más. Pero a veces los silencios no son el fin. Hay silencios en los que te sientes donde debes, así estando tan calladito delante de los ojos que prefieres que estén ahí delante… qué te importará a ti, Marcelo. Sólo quiero que sepas que para reconocer los olores hay que haberlos olido antes, y como tú no estás por las mañanas, y saldrás enseguida a buscar uno nuevo, de eso también me tendré yo que encargar, de eso y de saber cuál es el que hace que todo esto tenga algún sentido alguna vez…, Marcelo, sólo quiero que sepas que algún día conseguiré que dejes de pintar palitos en la pared.

25/1/11

Estupidez avanzada (o la retroalimentación poética)


Ya volví los espejos
Ya cerré mis párpados
Ya pinté las ventanas
Ya borré mi ombligo
Ya rompí la simetría
Ya descarté mi opinión
Ya eliminé a la persona
Ya olvidé el pronombre

El concepto
Que queda
Sigue
Estando
En el centro
                                                                                                                                                                           

20/1/11

beauties of winter and the like or so

Lately I remember
Easier days I recall
You and I in the beauty of Winter
Out in the countryside

Aaaaah… aaaaaah… aaaaah…
Aaaaah… aaaaaah… aaaaah…

And the views of the lake
Like a postcard
And the trees in the rain
From the window
At the fireplace your friends
Playing music
And the bed in your grandmother’s house

Aaaaah… aaaaah… aaaaah…
Aaaaah… aaaaaah… aaaaah…

17/1/11

sección romántico-analógico vol. I

Todavía te recuerdo
De domingo en el sofá
Yo en un libro y un cigarro
Tú cambiando de canal
De postura
Sin dejar de hablar
De besarme y total
Para qué iba yo a leer

Todavía te recuerdo
No había forma de escapar
Del olor de tu pelo
Y esa forma de mirar
Tan curiosa
Sin dejar de preguntar
Ni besarme y total
Para qué iba yo a escapar


Y recuerdo las cenas
Con vino y sin cena
Las pelis de Woody
Las siestas con Antena 3
Despertarse
Conformarse y tener
Que volver a practicar
Todo era mucho menos digital